domingo, 28 de octubre de 2012

7 SUELTOS 7


      Do not go gentle into that good night,
      Old age should burn and rave at close of day;
      Rage, rage against the dying of the light.

      No entres dócilmente en esa noche quieta.
      La vejez debería delirar y arder cuando se cierra el día;
      Rabia, rabia, contra la agonía de la luz.  
      Dylan Thomas


      Veo entrar a mi madre
      al hambre de la muerte.

      Eso no es sombra ni presagio.

      A dentelladas devora.

      No se parece a un sacrificio.

      Abre y cierra su boca. Muerte
      de los talones a su pelo.

      Eso no es entregarse al día
      de su muerte sino dolor.

      La pradera de lucha
      en su mirada.

      Cabalgadura herida. Rastros
      y rastros de mostrarse opuesta.

      Eso es el dios preciso
      que le ha hablado.

sábado, 20 de octubre de 2012

6 SUELTOS 6

      Breve historia siempre

      Ella

      Lo vi marcharse
      como de costumbre;
      me sonrió  desde la calle
      con su sonrisa
      besada.
      Un cosquilleo de humedad
      jugueteaba aún
      en mis labios.

      Él

      Te miro blanca al irme;
      todavía escucho la canción
      de tu cuerpo.

      Ella supo  que ya no volvería a reconocerlo en su nombre, en su vientre, en la razón
      de su cordura.

      Él se despidió  en esa mañana sin retorno: no soportaba adivinar que pudiera llegar el día de la indiferencia, de la amabilidad sobre el hastío. Ah, te amo tanto que nada respira si te amara menos.

      Lo encontraron sin vida.

      Ella sintió, de pronto, otra vida  fantasma habitando su delirio.



domingo, 14 de octubre de 2012

5 SUELTOS 5


      Zaguán

      Sentada, reposada, relajando los músculos  cantores del habla. Cerca del corte preciso sobre las baldosas de barro- echo en falta estrellas en la parte sombría-…

      Qué miran  los ángulos vagos de los muebles- no hay muchos, ¿sabes?, mi tía siempre ha sido austera, me dice: niña, hay que moverse sin obstáculos-…

      …tranquila, con algas de tierra meciéndose en los nidos de los rincones.

      Se oye una música que recobra el tiempo

      y ese aire calcinado  de dentro de Castilla mueve la cortina de lona -estaba quieta como un centinela- despintando el hilo que separa el fuego del frescor.

      No me roza la ceguera de luz con su uña fulgurante,

      aún la penumbra me permite estar sentada, estar en el silencio, niña rara comprendiendo el espacio de la serenidad.

sábado, 6 de octubre de 2012

4 SUELTOS 4


      Respiro el aire que respiran
      y les pertenecen
      los balcones que abro a Venecia
      o al amanecer
      de las granadas más antiguas.

      No están cansados ni su carne
      pesa por la fidelidad
      al oro
      o estén obligados a abrir
      los ojos.

      Respiro su aire
      y acaricio sus sábanas
      sin cuerpo o rastro, olor o pena.

      Les hablo de  mi amor
      y se sonríen indulgentes
      como si me hubiera sacado
      de la nada el amor
      y nadie hubiera amado
      antes.

      Una sonrisa
      semejante al aliento o música…

      Esta respiración, la suya,
      me sujeta.