domingo, 29 de marzo de 2015

Del libro SI ELLA NOS MIRA


Virginia Woolf. y Vita Sackville-West
Virginia y Leonard Woolf
Virginia y su  hermana Nessa (Vanessa Bell)
























Carta a Vita Sackville-West



Mi querido ovejero:

La claridad del alba  es una luz enferma y los primeros pájaros disponen del azar canturreando en griego, anidando sin pausa, sólo el tiempo preciso para traer al mundo pequeñas criaturas no de plumas o amor, listas en el viaje  de la ausencia.

Tú aleteas, feliz con tan esquivas aves. Arrancas de las rocas  marinas valvas duras que esconden una perla, la despiertas, la ríes. Sigues el curso lento de las rutas sasánidas, empujando  a la vida tigres alados,  rojos, de perdidas ciudades, con seda hecha de versos, con lúcida malicia...

Envidio esos lugares que al gozo se te ofrecen.

Mírame a mí, me escondo tras las dunas que el viento de la muerte moldea, tomo el té con las voces locas de mis heridas y me siento de blanda textura de molusco buscando el sol, la tibia claridad que me sane.

Ya no sé si aprisiono en la espuma la tinta o, absorta, me detengo a mitad de una frase mirando el convertirse  lo innombrable en deseo, su  sintaxis en agua.

Me duelen los amigos  dormidos en actinias; me duele que tú quieras vivir y yo no acierte a invitarte en mi amor.  Me duele que mi Nessa fácilmente recoja  colores aún hirviendo y sin color retrate  mi  gesto tan huidizo.

Más que volar me siento perdida sin anclajes; más que ser libre el caos aventa mi escritura. 

Donde quiera que estés, contén mi enfermedad, el no volver al tiempo de todo recogido suavemente en mi madre.

Me he dado por vencida;  a tu regreso, busca lo mejor de mi sueño. Y al patinar, hermosa, sobre el hielo lascivo  me  verás sonreírte bajo el hielo, tranquila. Recuerda que te dije  que te quiero, recuerda que las olas vendrán con cartas en mi nombre.

Pienso en el ser muriéndome. No hay miedo en mis frutales.

Por las dunas redondas de Rodmell se levanta el alba con que inician su viaje mis pájaros.

sábado, 21 de marzo de 2015

De EL CRETENSE

      De Pablo Sanguino

      Verónica

      Imaginarte, revelarte,
      mostrarte sólo en el prodigio
      de  tu apariencia.

      Imaginarte,
      distraerte de tu misterio,
      figurarme que hablo de ti
      y todos miran
      cómo me recorres,
      cómo te detienes en zonas
      que tiemblan de mi piel,
      y todos asienten y afirman:

      te corresponde, te regala
      su rostro, su atención.

      Pero me has encontrado,
      me acoges sin ser visto,
      me llevas hasta el lado oculto
      de la Luna y nadie adivina
      tu  rostro verdadero.

      Así miro a otra parte,
      donde estás y no estás,
      donde pez huidizo o dios
      o sombra cariñosa dando
      deseo, envés no consentido.

      Así miro el lugar
      que nadie mira.
      Ni siquiera imagino
      cuánto gozo.  


domingo, 15 de marzo de 2015

De ENTRA UN VIENTO DE OLOR CIRUELA


      Dalias

       El púrpura en el  ramo.

      Aún duermen los sabios,
      duermen los arrogantes;
      no distingo
      la curva de sus sueños
      con la albura.

      El ramo
      murmurando la tregua
      que precede
      al miedo en los soldados,
      al escorpión que baja
      por la carretera.

      El ramo
      es lo  hermoso: me enseña
      cómo diferenciar
      la sabiduría
      de la petulancia.


domingo, 1 de marzo de 2015

De IDOLATRÍAS



      LADRONES DE MIEL
      “ Son los que se dejan tocar por lo divino”
                 R. Calasso


      Con aquellos que vieron lo invisible
      y ya nada les basta y se acostumbran
      a regresar, apenas simulando
      que viven de este lado,
      discretamente extraños, asomándose
      al saludo de abril de las ventanas
      sin parecer cansados, misteriosos
      y de cualquier región que conocemos
      su entonación cortés,

      con aquellos que vieron lo invisible
      y saben ocultarse en ademanes
      diligentes del lunes,
      festivos en bautizos,
      dolidos en atrezzos funerarios,
      enojados lo justo con noticias
      que llegan desde Lima,

      con aquellos que vieron lo invisible
      y enmascaran de ritos amistosos
      su mirada
      para no calcinar lo que les queda,

      con aquellos que prefieren pasar
      inadvertidos
      vivo de la incisión que abrieron en las vacas
      bebedores nocturnos,
      del modo de cazar de los caimanes,
      del cortejo nupcial de las arañas.

      Porque volver del lado donde se ama
      morir y convertirse
      en el idolatrado
      tejido sin retorno del amor,
      es vivir intentando
      pasar inadvertido,
      imitando la vida más prudente
      y haciendo que se duerme por las noches.