domingo, 27 de septiembre de 2015

De ALICE



( Qué tremenda eras hace años. La foto está tomada del blog de Juan Urrutia)

LUNA ROJA

Las buganvillas caen y no fermenta el pan
y se encelan los gatos, y en los templos escitas la sangre de las jóvenes
llega hasta el mar y sirve de espumoso reflejo
a tu ocultado rostro,
al veneno que beben los marinos de América.

Alice,
¿qué licores preparas para delgados dioses
que quisieran dormir
en tu regazo
y negar que están muertos, que sólo tú pudieras
robarlos de la muerte, levantarlos en vilo, cubrirlos de lunares abluciones?


Oh, Alice,
¿qué tiempo es este tuyo donde todo doblega
su hierro a tu potencia?

Adiós los juramentos, adiós asegurar
contemplativas vidas,jardines japoneses, cositas a ese lado
de los bueno propósitos.

Tú sabes qué gusano prefieren las manzanas, qué miradas gorgonas
tendrás cuando, en los bares, alumnos hermosísimos
respondan a tus señas,
te pidan ser comidos entre tanto te miran.

Las buganvillas caen
y papeles jane austen, libros de la autoestima, respetos, porcelanas.

¿Qué veneno regalas a coros eclesiásticos
de la paz a los hombres
que no pueden
enmascarar tus labios, condenar tu cuchillo, huir de otro tormento?

domingo, 20 de septiembre de 2015

De CIELOS DE TOLEDO

Sé que ya lo escribí aquí alguna vez, pero viene oportuno:
    Fotografía de Ricardo Martín



      Tormentece y los pájaros
      apresuran su caza.

      Vemos al fuego abrirse,
      a la mañana alzarse,
      a una promesa de agua
      consentir.

      Arriba, aprisa, pájaros.

      Regresan las visitas
      de septiembre,
      los pasos recobrados
      que consuelan.

      Como un cielo de cuento,
      antiguo e infantil,
      la luz se enjoya.

domingo, 13 de septiembre de 2015

De EL CRETENSE


       de Pablo Sanguino, para este libro


      Retrato de dama con flor en el pelo


      El sosiego solapa
      una mirada melancólica.

      ¿Qué trae el día aderezando
      mi pelo con el disimulo
      de la fugacidad?

      ¿Qué trae el día sino flor
      momentánea, flor
      de buen gusto para sentirme
      ajena a un don feliz
      pero escondiendo la aflicción
      bajo el encaje?

      La mirada firme señala
      una trama entre  el inicio
      del día y algo al lado, amado,
      concluyendo.

      Se acerca el pómulo a la flor,
      las cejas largas del retrato
      recorren la raíz
      de los secretos

      y  la flor,
      a punto de enlaciarse,
      es el día,
      la reflexión callada,

      porque nada del dolor sale
      a la evidencia, nada
      estremeciéndose grosero,
      nada que grite.
      El Greco


domingo, 6 de septiembre de 2015

De ALICE




      ALICE SENTADA EN EL RETRETE

      Cuando Teresa apenas levantaba
      una altura mayor de la que miden
      los gladiolos, ¿recuerdas
      que te cogía de la mano para
      llevarte a ver lo bien
      que había defecado su excremento?
      Preguntaba después dónde se iría
      su proeza asombrosa.

      ......................................................................


      Serviste de banquete a su apetito,
      fuiste manjar jugoso:

      si te tiende, violento, en el mantel
      y con esa violencia te devora
      mientras lamentas ser breve materia
      de madurada carne,
      y no deja de ti más que los huesos,
      y no traga de ti sino papilla
      nutritiva que quiere
      conocer sus entrañas,
      viajar a sus arterias y a su médula,
      evacuando de ti en el sumidero
      el miedo, el asco, el mortecino orgullo,

      también porque te ofreces participas
      de la delicia tensa de su fruto;
      no te quedas atrás
      en el modo caníbal de tomaros
      y degustas
      la crujiente corteza de su fuerza
      y llegas con tu lengua
      hasta el licor que quema tu laringe...

      él alimenta
      tu pelo, tu barbilla,
      tu columna, tus óvulos, tu danza.

      Y depones
      la parte humana y torpe de sí mismo.

      Ahora te preguntas,
      como Teresa hacía cuando niña,
      dónde se irá el barro resbaladizo,

      y es que también te gusta complacer
      con lo que no te sirve para amarlo.