domingo, 28 de febrero de 2016

De EL CRETENSE




      Retrato de poeta
                        
      Aún me solicita el viento, el viento
      nuestro*

               Esa palabra, sí…
      …fray, dile que miras
      la rigurosa tierra
      toledana
      respondiendo al agua de abril.

      Dile que nunca es mía
      pero me tranquilizo en ella
      y resumo en mi piel placeres
      malogrados, nortes de mar
      huidizos.

               Esa palabra acostumbrada
      a la desolación,
      dulce con los muchachos muertos
      adorados…
      … dile, fray,
      que los quise incesante
      hasta que la palabra fuera
      pequeña para acomodarse
      a un mar de sur;
      ellos, salinos,
      borrándome la pena.

               Levanto mi cara
      y, como tú, levanto el sueño
      de estar verdiclara leyendo;
      mi dedo señala la página
      donde dejé el olvido y miro                                                       
      este paisaje bronco
      de rocas y encinas
      que conversa muy cerca cuando
      la soledad es un deleite
      con peligro.

               Dile que estoy cansada.

      Busco una palabra milagro,
      una palabra tiempo
      a salvo de la muerte,
      porque ¿qué otra cosa se muestra
      más encendida en la mañana?

      Dile
      cuánto de mi ignorancia ahora
      rompe su ceguera
      y estoy
      verdiclara, incluso admirable,
      luego miro los rastros.

               Que estás ahí mirando quietamente,
      amigo mío,
      hombre palabra protectora,
      aunque la tristeza jamás
      recupere de los escombros
      de la desesperanza
      la esmeralda que nos citó
      al árbol del deseo.

      De Pablo Sanguino

      Dile,
      hombre palabra contendiente,
      que no basta el lamento,
      pronunciar la amargura.                   
      Dile, no obstante,
      que esta tierra soy yo:  
              
      Consiste en un consuelo
      después de haber muerto del todo,
      seguir viviendo
      y escribir la palabra
      evocadora de estar viva.


      *       En cursiva: Fragmentos del poema de Luis Cernuda Retrato de poeta, que pertenece a su libro  Las horas contadas

domingo, 21 de febrero de 2016

De JARDÍN AL MAR





        Ártico


        En la blandura no pisada ni una gota de sangre mancha la distancia donde atisbara Amundsen otro paraíso.

        Este jardín de rosaledas invisibles, inalcanzado.

        Con el silencio se desliza la lentitud del agua; tiene lo eterno para erguirse, tiene al tiempo sumido en un navío que se solidifica, tiene la temperatura de los cuerpos aguardando a ser efímeros hallazgos.

        Muy cerca, ángeles de ballenas cantan lo que nadie ha escuchado, se reclaman con el fraseo que hace girar el rostro a los cometas. Y el estruendo del glaciar abrazando al mar, abalanzándose, levanta el instinto de los pájaros hechos con el aliento de las diosas de la escarcha.

        ¿Qué importa aquí el amor o el hueco que deja el amor al marcharse?

        Por un momento el labio toca a la Luna y se abre boreal.

        Y la dádiva sigilosa de la belleza mantiene su absorto discurrir sin buscar una mirada que lo enturbie, un mortal adjetivo humano que lo haga dócil, caedizo.

        ¿Qué importa aquí el amor, en este jardín, si hay islas del amor vagando ausentes de propósito, islas que llevan mudos mundos y mundos aún sin heridas?

        ¿Qué importa aquí el amor si el hielo guarda todas las floraciones de una oración ardiendo en blancas llamas?


sábado, 13 de febrero de 2016

SALIR DE UN HOPPER

Como el libro  SALIR DE UN HOPPER,está a punto de ser celebrado, aquí están todas las pinturas que dan título a los poemas y la maravillosa portada, muy de Hopper ( que no copiada,) del  acuarelista  Villarrubia... Nunca se lo agradeceré lo suficiente.

Villarrubia no ha puesto título...podría ser ¿Ventana hopperiana?

Primeras horas de una mañana de domingo
Tejados de ciudad
Sol en una habitación vacía

Shakesperare al anochecer

La etapa larga

Puesta de sol en las vías

La mansarda

Habitaciones junto al mar

Acercándose a la ciudad

Casa al atardecer

Verano

Mujer al sol

Once de la mañana

Mañana en Carolina del Sur

Mujer en  la ventana. Caspar Friedrich ( nombrado en el poema)

Mañana en Cape Cod

Sol matinal

Motel en el oeste

Mediodía

Compartimento C, coche 193

Noctámbulos

Vestíbulo de hotel


Grupo de personas tomando el sol

Chop suey

Anochecer de verano

El mundo de Cristina. Andrew Whyeth (nombrado en el poema)

Restaurante en Nueva York

Luz del sol en una cafetería

Habitación en Nueva York

Conversación nocturna

Dos cómicos

Escalera 1919



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