domingo, 26 de marzo de 2017

ANTIGUO POEMA

Anotaciones para inventar el rojo


Espeso, palpitante. Lo eligen los niños para mostrar su fuerza.

La línea que separa el negro de la madre, fermentando escondida, del blanco de la luz que nos ciega en su vuelo.


Lo que invocan los brujos cuando traen de la niebla a los héroes dormidos.



El tejido que cubre a la esposa danzante sobre el agua.



Lo que fluye del centro y rebosa sus límites y se extiende y germina y vuelve a ser el centro.



El pliegue que resume la presencia del fuego y el calor que da voz a la pasión del mundo.


viernes, 10 de marzo de 2017

Un viejo poema...

que dedico a María Luisa Mora, por su nuevo libro al que deseo que camine mucho sin cansarse.


      LO QUE TRAE EL VIENTO

      El viento está cambiando las veletas...

      Nadie quiere pensar que viene un roce de vestidos temblando al aire frío. Como pretexto dicen: no cambies de postura ni te marches ni me digas que está creciendo el fuego.

      Pero es que el viento empuja las veletas; a las siete es de día y la voracidad de los murciélagos enmudece, ¿no escuchas a los pájaros? ¿No escuchas cómo se empequeñece el miedo y tontea la hierba con su asombro de verse hermosa y verde no de muerte?

      El viento, el viento, el eolo sin forma, ese  ingrato mensaje cuando vimos la flecha de las aves escapando hacia el sur.

      El viento, el continuo marcharse, el que robaba los rubíes de agosto y ninguno lo creía y celebraban cuadrúpedos troyanos en sus lechos.

      ¿No ves que está cambiando las veletas? ¿No ves que ha regresado, que se trae dos mil niñas preciosas en la boca y deja por todas partes el olor de los corzos en celo y rompe tu absurda vigilancia de un tesoro que ya huele a podrido y ya no sabe a nada?

      Cuánto me gusta el viento moviendo las veletas y engañándote a ti, que todavía piensas que es de noche, y te has hecho mayor... ¡y no estás listo!